Formentera, un destino idílico para bodas pequeñas

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bodas de lujo

Muchas parejas extranjeras, sobre todo irlandeses, británicos, australianos y estadounidenses, eligen España como destino para casarse. Y entre todas las posibilidades que tenemos, las bodas en las playas son el reclamo que más fuerza tiene.

La mayoría busca dar un toque exótico a su boda y celebrar esta en algún sitio a orillas del mar, con el sol como telón de fondo. Y ya aprovechando el viaje tanto los novios como los familiares suelen quedarse una semana disfrutando de la buena gastronomía, el clima, la fiesta y la playa.

Además celebrar una boda en nuestro país es mucho más barato y es que una boda de unos 50 invitados ( las bodas suelen ser pequeñas), suele salir por unos 7000€.

Y digo yo, si ellos lo hace, ¿porque nosotros no? ¿Por qué nos empeñamos en casarnos en nuestras ciudades ante 200 invitados?

Hace ya tiempo que vengo revindicando las excelencias de las bodas pequeñas, y es que además de ser más fáciles de organizar, son más emotivas, se pueden cuidar mucho más cada detalle, y al final son más baratas.

Evidentemente no se puede trasladar a 200 personas a cualquiera de nuestras islas, pero organizar una boda para menos gente por ejemplo en Formentera es algo totalmente factible.

Un ejemplo lo vemos en el Gecko Beach Club, uno de los mejores Boutique Hotel de Formentera. Un lugar perfecto donde celebrar tu boda.

Situado en primera línea de playa cuanta con un precioso jardín rodeado de palmeras con unas increíbles vistas al mar donde se puede celebrar la boda civil, el posterior cóctel, comida o cena y las fiesta.

Formentera es una de las islas más bonitas del Mediterráneo.

Con una superficie de 83 kilómetros cuadrados, es la isla más pequeña de las Balerares, un archipiélago formado también por otras islas más conocidas como la de Mallorca, Menoría e Ibiza.
Cuenta con 69 kilómetros de playas maravillosas, y su posición geográfica le otorga un clima privilegiado, templado todo el año, con una temperatura media de 16 grados y una media de 120 días de sol al año con lo que allí prácticamente se puede celebrar una boda con garantias de buen tiempo y sol durante 9 meses al año desde primaveras hasta finales del otoño.

Pinos, sabinas y la vegetación marina junto a la luminosidad y a los colores del mar, hacen que este lugar sea uno de los más bonitos del mundo, y un destino paradisiaco tanto para casarse como para pasar el viaje de novios.

Yo lo tengo claro, si me volviera a casar lo haría en un lugar así.