boda de lujo
Detalles de la boda del príncipe Alerto de Mónaco
Desde hace unos meses, la boda entre el príncipe Alberto de Mónaco, de 53 años y Charlene Wittstock, de 33 años, es el tema de conversación. Para dicho evento se está planificando una gran celebración que entre otras cosas incluiría cinco días de fiesta, y estaría a la altura de la boda real del príncipe Guillermo y Kate Middleton.
La boda del príncipe Alberto II de Mónaco contará con 4000 invitados y se llevará a cabo los días 1 y 2 julio, doblando en cantidad a los invitados que asistieron en la catedral de Westminster a la última boda real, donde se celebró la unión del príncipe Guillermo con Catalina Middleton. La lista de invitados se dará a conocer a mediados de junio y se sabe con certeza que asistirán a dicha celebración todas las casas reales.
La ceremonia religiosa, rompiendo con la tradición y el protocolo de la realeza, será celebrada en el patio de honores del palacio del principado y la oficiará el Arzobispo de Mónaco, monseñor Bernard Barsi.
Terminada la celebración por iglesia, el flamante matrimonio dará una vuelta en automóvil para saludar a los habitantes del pueblo. Luego, la pareja hará una parada en la iglesia Sainte Dévote, donde Charlene ofrecerá su ramo de boda.
Es de público conocimiento que el príncipe desea compartir este día tan especial con su pueblo y sus visitantes, y aseguró que el 2 julio, Montecarlo se convertirá en la capital del romanticismo, y espera albergar a miles de turistas de todo el mundo.
Desde hace meses, más de un centenar de personas se ocupan de los preparativos y de todos los detalles de la boda, se estima que acudirán al principado alrededor de 200,000 personas para participar de estas festejos.
Durante este día, la ciudad estará cubierta por pantallas gigantes que permitirán apreciar la ceremonia en directo, se llevarán a cabo conciertos callejeros y tanto hoteles como hosterías estarán preparados para albergar al flujo turístico.
La ceremonia civil se celebrará un día antes de la boda religiosa, en la más estricta intimidad del palacio de Grimaldi, contará con la presencia 50 personas entre amigos íntimos y familiares de la pareja. La boda será dirigida por el presidente del Consejo de Estado y ministro de Justicia, Philippe Narmino.
Una vez acabada la celebración, la pareja se mostrará al pueblo a través del balcón principal del palacio. El futuro matrimonio planea pasar su luna de miel en Sudáfrica, país de origen de la futura princesa.