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Mañana se casa la hija de los Clinton, y su unión promete ser la boda del año, por lo menos en los Estados Unidos.

A pesar de que la niña quería una celebración “intima” todo apunta a que tendremos boda para rato, y es que aún no se ha casado y no paran de saltar noticias al respecto.

Primero se dijo que sería una boda secreta y que los invitados no sabrían el lugar a donde tendrían que acudir hasta el mismo día. Todo para preservar la intimidad de la pareja y mantener la discreción.

Después ya se filtro el sitio escogido, que al parecer será la lujosa mansión Astor Courts, propiedad de Kathleen Hammer y Arthur Seelbinder, situada en plena campiña neoyorquina, a orillas del río Hudson, en Rhinebeck, donde se instalará una enorme carpa blanca con capacidad para 500 invitados.

Al parecer la casa está en venta, fue diseñada en 1902 por el famoso arquitecto Stanford Whit, pero ante la falta de ofertas de compra, se la ha alquilado al padre de la novia, Bill Clinton, ex presidente de los EEUU, como un favor, y es que hay que recordar que la pareja eran asiduos donantes de los Clinton.

Sobre el vestido de novia que lucirá Chelsea, el secreto mejor guardado de las bodas, no se sabe nada, aunque si que hay especulaciones y es que ayer mismo se la vio salir, medio camuflada debajo de una enorme pamela ( complemento muy de moda este año) del taller atelier de la famosa diseñadora Vera Wang, aunque también se la ha visto estos días visitar a otro modisto, Oscar de la Renta.

De los invitados se sabe poco. Solo que irá unos 400, todos elegidos por la pareja de contrayentes y es que una de las condiciones que Chelsea Clinton y Marc Mezvinsky han puesto a sus padres es que solo querían que asistieran a su boda personas que ellos conocieran personalmente.

Así se espera que asistan Oprah Winfrey, Steven Spielberg, Barbra Streisand, hasta a los ex primeros ministro británicos Tony Blair y John Major.

Lo que si ha sorprendido es que el actual presidente, Barak Obama, no asista con la primera dama y es que tal y como el mismo ha conformado en el programa de la ABC The View, a la Casa Blanca no ha llegado la invitación de la boda. Vamos que no están invitados! Supongo que no se le habrá dado ninguna explicación pero el mismo ha expresado con toda naturalidad, y quitándole importancia al asunto estas palabras al respecto ...."Ya es bastante problema organizar una boda con un presidente, imagínense con dos”…."Creo que no he sido invitado porque pienso que Hillary y Bill tienen buenas razones, quieren que (la ceremonia) sea para Chelsea y su futuro marido".

Otro datos que han saltado a la luz es el lugar donde tendrá lugar hoy la cena de ensayo (tema al que dedicaré otro post para explicar que es), un establo de piedra cerca de la finca Grasmere.

La seguridad del acto es uno de los temas que más se han organizado hasta el punto de que las autoridades de EE.UU. han ordenado cerrar el espacio aéreo sobre la población de Rhinebeck para ciertas aeronaves durante este fin de semana. Así la Administración Federal de Aviación emitió una orden con la que se prohíbe realizar vuelos sobre la localidad a una altura inferior a los 610 metros, debido "al movimiento de personalidades importantes". La prohibición entrará en vigor a las 19.00 GMT del sábado 31 de julio y dejará de tener efecto a las 07.30 GMT del día siguiente.

Algunos medios neoyorquinos han titulado con ironía este evento como "la boda del milenio" y es que el país lo está viviendo como si fuera aun boda real, por el elevado coste y secretismo con el que se está planificando todo. Según algunos especialitas en organización de bodas con Claudia Hanlin, de la compañía de planificación de bodas de Nueva York Wedding Library, han estimado que la boda podría superar los dos millones de dólares. "Va ser una boda asombrosamente lujosa"

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